Fue el káiser de la moda, pero también el rey de las colaboraciones, porque Karl Lagerfeld las estableció con soltura antes de que a la industria le diera tiempo a hacer de ese concepto parte de su vocabulario. De hecho, fue pionero en muchas prácticas que hoy nos resultan de lo más naturales, como desarrollar una carrera freelance (decisión que tomó en 1962 y para la que tuvo que abandonar la maisonPatou), estrechar los lazos entre moda y música (para el otoño de 1991 ideó una colección para Chanel inspirada en la estética del hip-hop que escandalizó al fashion establishment), o asumir que había espacio para el diseño a precios razonables (fue el primero en firmar una colección para el gigante H&M en 2004, a la que seguirían las de Comme des Garçons, Lanvin y Maison Margiela). El diseñador, además, supo ver en las celebridades algo más que caras bonitas, y entendió como nadie que, en su obsesión por todo lo nuevo, las estrellas podían abrir nuevos horizontes a su inagotable creatividad. Colaboró con Lilly Allen, con Pharrell Williams y con Kaia Gerber entre muchísimos otros…Olivia Palermo fue la última en unirse a esa larga lista de aliados. La socialité y empresaria de gusto avalado por más de seis millones de followers en Instagram se ha encargado del estilismo de la colección de otoño de Karl Lagerfeld y ha codiseñado cinco de sus piezas. Un final inesperado, porque el lanzamiento de #KarlxOlivia se anunció al mundo solo seis días antes de la noticia del fallecimiento del diseñador. “Karl era tan visionario que a veces olvidabas que era humano, así que la idea de que esta colaboración fuese la última nunca se me pasó por la cabeza”, asegura a Fashion&Arts. Lo que sí sabemos es que la iniciativa de trabajar con Lagerfeld y su equipo fue suya, aunque todo pasó casi por casualidad: “La idea surgió un día que yo llevaba puesta una de las icónicas camisas de Karl y pensé: ¿no sería genial que colaborásemos en una colección a la que pudiéramos infusionar nuestros estilos personales?”.
El objetivo de esta alianza era dar forma al armario de la mujer cosmopolita, y como no podía ser de otra manera, el look que imaginaron vive a medio camino entre París, la ciudad donde más tiempo pasó Lagerfeld, y la Gran Manzana de Olivia: “Utilicé mis viajes y experiencias con diferentes culturas para enriquecer mi selección y asegurar que se puede ir de París a Nueva York y más allá”. El resultado es una colección en una paleta de blanco y negro, solo interrumpida por una sombra de denim azul, de estilo relajado pero igual de refinado que el de Olivia Palermo, que afirma que su único truco a la hora de elegir qué ponerse es pasárselo bien sin dejar de tener en cuenta el ambiente y la ocasión para la que se viste. Como si fuera tan fácil.
Que ha tenido mano en el proceso de darle forma es evidente, pero prefiere dejarlo patente: “Soy muy participativa, ¡intento manejar los pormenores de cada elemento! La atención que pongo al detalle en cada cosa que hago es extremadamente alta. Me aseguro de preguntar la opinión de quienes me rodean y de los expertos en el campo de que se trate, pero siempre me guío por mi instinto. En todas las colaboraciones que hago me gusta asegurarme de que la estética de ambas marcas se destaca, la de la mía se basa en mi estilo personal: ecléctica pero siempre refinada y a medida”. Hay otro aspecto en el que se afana en insistir: la importancia del equipo que ha respaldado a Lagerfeld y que ahora se encarga de perpetuar el legado de su marca homónima. “Ha sido increíble trabajar con ellos. Igual que Karl, ponen el listón muy alto. Ha sido una alianza creativa maravillosa”.
Se nos olvidó mencionar al principio que otro de los fuertes de Lagerfeld era rodearse de los mejores equipos, de esos en los que la lealtad y el respeto son valores fundamentales. Por eso, probablemente, ninguna de las firmas para las que trabajaba ha tratado de buscarle sustituto. A Palermo le gustaría que le recordásemos “como un visionario creador que dejó una imborrable impresión en el mundo”. Puede contar con ello.
Redactado por: Magazinefa